15.9.10

¿Qué es amar al país?



Hace algunos años hablaba con unos amigos y saltó el tema de por qué amamos nuestro país y esto me dejó pensando, ya que verdaderamente no tenía una respuesta para la pregunta, y yo que jugaba de muy “patriota”.

Cuando llegué a mi casa escribí sobre este tema y pregunté lo mismo a mis lectores, con la condición de no caer en nacionalismos baratos, lo que usualmente hacemos cuando expresamos nuestro sentimiento hacia nuestro país. Por lo general cuando la gente habla de este tema solo tiende a decir que lo ama porque es el lugar donde nació, o bien, porque simplemente es su país. En realidad se valora eso, pero esperaba saber más.

Recibí  varios comentarios de personas de diferentes nacionalidades. Muchas de las respuestas caían en chauvinismos u otras cosas (uno afirmó que amaba al país por Saprissa y otro por el Gallo Pinto). Mi amiga Lena me escribió este comentario: “Yo he aprendido a amar muchos lugares donde he estado, ni menos ni más que el lugar donde nací . Cuando pienso en un país, pienso en la gente que quiero, cómo viví­ ahí, la gente que conocí . Yo sé que mucha gente no me entiende (y alguna hasta me lo recrimina), pero 'mi' país nunca fue mío, es como cualquier otro, me gusta por la vida que tuve ahí”.

Este comentario me ayudó verdaderamente a entender que uno ama al lugar donde nació porque allí está la gente que uno quiere, nuestros amigos, la familia, nuestra historia (personal), en general nuestra vida. Uno la entiende mucho más cuando vive en otro país, y cuando parte de su historia se desarrolla en otro lugar, porque empieza a tener sentimientos parecidos para con esta nueva nación. Amar a nuestra patria es eso, más allá de celebrar nuestra independencia y adornar nuestras casas con banderas, o sacar una bandera cuando juega o gana la sele. Amar a nuestra patria -o a nuestras patrias- es una serie de recuerdos e historias que están ligadas a lugares, amigos, familia, que han hecho lo que somos hoy.

25.8.10

De periodistas, convergencia y videítis

Actualmente los periodistas escuchan el término convergencia todos los días dentro de sus redacciones y el nuevo rol que deben cumplir en esta era.

Los medios buscan que ellos se conviertan en verdaderos periodistas digitales, solicitándoles crear materiales para la Internet como una nueva obligación en su trabajo cotidiano.

Algunos periodistas lo toman con mucha emoción; y otros, con molestia porque piensan que esto los llevará a realizar más funciones de las que ya tenían, pero esto es otro tema. Lo que me preocupa realmente es el desconocimiento de los periodistas sobre el verdadero significado de la convergencia.

Personalmente, tengo más experiencia en prensa escrita, y he descubierto que los periodistas no entienden realmente qué es la convergencia y no logran visualizar las posibilidades que esto nos abre.

Para muchos periodistas el video es la forma más fácil de quitarse a sus jefes de encima o piensan que lo más genial y que el objetivo de la convergencia es hacer video de todo.

Estos periodistas buscan tener una cámara al lado para cualquier actividad, algo que no está mal. Sin embargo esto nos puede afectar si nuestra producción audiovisual no le da un valor agregado al objetivo o enfoque a la historia que estamos cubriendo, invirtiendo tiempo en un producto que no será del interés de nuestros lectores.

Esto crea una videítis, la cual implica invertir muchos recursos dentro de la redacción ya que al realizar una producción audiovisual se podría utilizar a un camarógrafo o productor y editor, esto sin contar el tiempo que cada uno debe invertir en el traslado, visualización del material y la edición del video perdiendo la posibilidad de crear otros materiales audivisuales mejor preparados y de más interés para los lectores.

Por eso es importante hacer entender a los periodistas cómo utilizar esta nueva forma de hacer periodismo y que la convergencia no son solo videos, sino una gran cantidad de posibilidades que nos brinda la Internet (enlaces, audios, redes sociales, chats, foros, etc.).

Lo más importante es capacitar a los periodistas. Es un error pensar que ellos van a entender la convergencia en el día a día sin estar informados de lo que se trata. Suponerlo podría crear hacer que los periodistas odien estas nuevas posibilidades, se niegue a realizarlas o simplemente hacerlas solo por hacerlas.

En muchos casos, la mayoría de periodistas no han recibido clases de periodismo digital en las universidades y lo que saben lo conocen por lo que han leído o escuchado.

Por eso ante todo se debe fomentar la capacitación y lograr de esta forma tener dentro de la redacción verdaderos periodistas digitales.

26.2.10

El rock está en Costa Rica



Todo empezó con Iron Maiden, ahora el metal invade Costa Rica.

Recuerdo como me sentí cuando escuché la noticia "Iron Maiden en Costa Rica", fue la sensación de tener en suelo nacional a una banda ícono del rock mundial.

Pero las noticias de buenos conciertos en el país no ha parado en los últimos tres años.

Desde el 2008 hemos escuchado estas frases que me han hecho feliz:

Ahora ya es oficial, Guns n' Roses en Costa Rica, una de las bandas que más me han apasionado en los últimos años. Las noticias musicales no han parado y esta banda estadounidense se presentará el próximo 7 de abril en el Estadio Ricardo Saprissa, practicamente un mes después de salir de la emoción de Metallica.

También se mueve fuertemente la posibilidad de que se presente ese mismo mes la banda KoRn.

No hay más que decir que LARGA VIDA AL ROCK AND ROLL.

24.2.10

La presidente y la presidenta


Desde hace días, con la llegada de Laura Chinchilla a la presidencia de Costa Rica, vengo escuchando la disputa sobre si se debe decir "la presidente" o "la presidenta".

Acá no vengo a defender ninguna de las dos formas sino que quiero exponer la razón por la cual se busca decir de una u otra manera.

Este tema ha tomado un rumbo de género más allá de lo gramático y esto lo digo por dos razones: primero, la pelea entre el sufijo -nte (presidente, agente, combatiente) y los sarcasmos que se han dado con el sufijo -ista (periodista, dentista, accionista).

Estas dos terminaciones no están amarradas al género del sustantivo sino al adjetivo o verbo del que nacen.

Según Manuel Seco terminación -ista es el sufijo de sustantivos y adjetivos que pertenece a un oficio, profesión, escuela, partido como por ejemplo: marmolista, modista, sofista, comunista; y este sufijo vale tanto para el género masculino como para el femenino, pero esta norma tiene algunas excepciones dependiendo de la región; por ejemplo en España se dice "el modisto" en lugar de "el modista".

Respecto a la terminación -nte, que es de donde radica este problema, se explica que este es el sufijo proviene de los derivados verbales llamados participios de presente o adjetivos como por ejemplo: andante, pudiente, saliente; así como de otros adjetivos semejantes que no proceden de verbos como: comediante, rimbombante, vergonzante; y de nombres de empleo aplicados a la persona que lo ocupa, derivados especialmente de verbos de la primera y tercera conjugación: ayudante, almirante; escribiente, suplente o presidente.

Lo anterior sería la explicación teórica de dónde vienen esas palabras y por qué se utilizan de esa forma. Queda en evidencia que no es una cuestión de género.

¿Por qué entonces se dice "presidenta"?

Según la Real Academia Española (RAE) en el Diccionario Panhispánico de Dudas explica esto sobre la palabra "presidente":

Presidente. ‘Persona que preside algo’ y, en una república, ‘jefe del Estado’. Por su terminación, puede funcionar como común en cuanto al género (el/la presidente; → género2, 1a  y 3c): «La designación de la presidente interina logró aplacar la tensión»  (Clarín [Arg.] 10.2.97); pero el uso mayoritario ha consolidado el femenino específico presidenta: «Tatiana, la presidenta del Comité, no le dejaba el menor espacio» (ÁlvzGil Naufragios [Cuba 2002]).

Esto significa que la palabra "presidenta" ha sido acogida por la RAE por su uso común en los paises de habla hispana y no por una regla gramatical.

A muchas personas les gustará usar PRESIDENTA, y está bien, El lenguaje evoluciona, pero su uso no se debe defender en nombre del lenguaje inclusivo o el machismo en nuestro idioma, sino en su evolución, la cual no va de la mano con sus reglas sino por el uso que le damos, algo que también deben entender los que les parece horrible utilizar PRESIDENTA solo porque gramaticalmente no es correcto.

En lo personal, yo creo en lo que decía Julio Cortázar, que uno debe utilizar las palabras que le gusta y si quiero escribir la presidente o la presidenta es mi elección no una obligación.

Gracias a Rocío que me ayudó en este post.

1.2.10

De amnesias y nuestra responsabilidad al votar


En el libro 1984 de George Orwell, cuando un episodio histórico no estaba acorde con las ideas presentes del partido del Gran Hermano, el Ministerio de la Verdad recolectaba todas las publicaciones viejas, cambiaba los textos,  las reimprimí­an y repartí­an; de esta manera se iba cambiando el pasado, borrando muchos episodios importantes, y se lograba engañar al pueblo acerca de su pasado y su presente.

Por dicha nosotros no tenemos un Ministerio de la Verdad que manipule nuestra historia; pero sí­ existen muchas personas que poseen amnesia selectiva y olvidan lo que hicieron muchos polí­ticos a nuestro paí­s.

Sumergidos en la amnesia selectiva (que por mucho es colectiva), olvidamos todo lo que leí­mos en los periódicos, vimos en la televisión o la radio. Olvidamos que tal polí­tico fue acusado por "x" cosa, que otro se robó "x" cosa, que otro benefició a "x" empresa para lograr una licitación o que otro se favoreció a él mismo.

Es esta amnesia selectiva-colectiva que nos hace pensar que la polí­tica es casi como ser aficionado de Saprissa o la Liga y que nuestro voto se va por pasiones o por tradición familiar, y no por haber tenido sentido común, luego de haber analizado las mejores propuestas y la dirección que debe tomar el paí­s. Es una amnesia selectiva-colectiva que nos hace creer en cualquier comentario o anuncio que escuchamos.

Debemos tomar conciencia sobre nuestra responsabilidad como electores de la próxima persona que se encargará de guiar a nuestro paí­s. Por esta razón debemos leer, analizar, pensar y no dejarnos llevar por pasiones, pero sobre todo debemos recordar lo que realmente hicieron o dejaron de hacer los candidatos, para así­ no llegar a esa amnesia selectiva-colectiva en la que caemos cada cuatro años.

28.1.10

¿Qué pasaría si gana el PAC o los libertarios?



Desde hace ya ocho años tenemos dos partidos que se han sumado al campo político nacional, Acción Ciudadana y el Movimiento Libertario, los cuales están luchando contra los dos partidos tradicionales que tienen ya 30 años, PLN y el PUSC.

El PAC y ML nos ofrecen la posibilidad de cambiar la política tradicional del PLN y PUSC, quienes se han visto plagados de críticas y algunos de sus principales dirigentes están siendo acusados por corrupción, esperan juicio o bien están en autoexilio.

Con solo los eslogans del ML y PAC se pueden entender este compromioso: "Hagamos el cambio ya" y "Despertá".

Todo suena bien y mantiene ilusionados a muchos costarricenses, y entre todo el enredo político los dos partidos se encuentran en posibilidades de sobrepasar al debilitado PUSC y también poder alcanzar al PLN.

Pero, ¿qué pasaría si el PAC o el ML llegaran al poder y el país no sintiera ese cambio o siguieramos sin despertar de esta pesadilla? ¿Qué sucedería si al llegar al poder un nuevo partido, no lograra cumplir lo que prometió? Peor aún, ¿qué harían estos si no tuvieran mayoría en la Asamblea Legislativa? ¿Caerían en el limbo político?

En lo personal, todo esto me preocupa, ya que los costarricenses se podrían desenamorar definitivamente de la política, por lo cual el abstencionismo seguiría creciendo y  la decisión de quién estará en el poder en un futuro quedaría en manos de unos pocos.

Si embargo, es una apuesta que el pueblo costarricense debe hacer en algún momento y solo nos queda esperar que esa promesa de cambio realmente sea positivo y no negativo.

25.1.10

Encuésteme esta

Desde hace ya varios años me entró una inquietud sobre las encuestas que vemos hasta el cansancio en épocas de elecciones.

Anteriormente me parecía que solo era un elemento para confundir un poco al electorado, pero ahora con lo ocurrido días atrás veo que las encuestas también tienen un impacto importante sobre la posibilidades de un partido para obtener la deuda política.

Acá no trato de desmentir a las encuestas, ni tampoco a criticarlas, lo único que quiero es que se entienda que estas son solo un objeto para analizar y no para definir resultados.

Por esta razón busqué los datos de las encuestas realizadas unos días antes de las votaciones de los últimos ocho años en el periódico La Nación ya que son las más fáciles de encontrar y las que siento se hacen con un mayor nivel de seriedad y estos fueron los resultados.

Elecciones 2002, primera ronda

En estas elecciones tenemos un caso en particular, la Segunda Ronda.

Encuesta realizada en enero del 2002 por Unimer para La Nación con un margen de error de2.8%:




Abel Pacheco: 38,52% (+3,92% de diferencia)
Rolando Araya: 30,96% ( +6,96% de diferencia)
Ottón Solís: 26,32% (-1,58 de diferencia)



Es curioso notar que las encuestas pronosticaban un segundo lugar para Ottón Solís, pero fue Araya el que logró ese segundo lugar.

Además solo en el caso de Solís la diferencia se encuentra dentro del margen de error del 2,8% de la encuesta.

Elecciones 2002, segunda ronda


En esta ronda solo participaron Abel Pacheco y Rolando Araya.

Encuesta realizada en marzo del 2002 por Unimer para La Nación con un margen de error del 2.8%:



El resultado final fue:

Abel Pacheco: 58% (+6,8% de diferencia)
Rolando Araya: 42% ( +6,1% de diferencia)


En este caso ninguno de los resultados se encontró entre el 2,8% de error.

Elecciones 2006


Encuesta realizada entre el 27 y 31 de enero por Unimer para La Nación con un margen de error de 3,6%:


El resultado final fue:

Óscar Arias: 40,92% (con una diferencia de -1.68%)
Ottón Solís: 39.8% (con una diferencia de +8,3%)

En el resultado final podemos notar que el porcentaje de Ottón Solís está totalmente fuera del margen de error de 3,6% de la encuesta.

Además creo que un punto importante fue la evolución de los candidatos y un cambio radical entre dos encuestas en menos de una semana por el mismo medio.



Referendo 2007

Un año después de las elecciones presidenciales nos topamos con el referendo del TLC.

Encuesta realizada entre el 27 de setiembre y el 2 de octubre por Unimer para La Nación con un margen de error del 3,7%:




El resultado final fue:

Sí al TLC: 51,62 (+8,62% de diferencia)
No al TLC: 48,38 (-6,62% de diferencia)

Acá ninguna de las dos opciones se encuentran fuera del margen de error de la encuesta, pero el punto más importante en este caso fue el hecho que los resultados cambiaron totalmente ya que se pronosticaba un gane del No al TLC y al final ganó el Sí al TLC.

Ahora solo queda esperar si el próximo 7 de febrero el resultado final y compararlos con las encuestas.

*Gráficos tomados de Nacion.com